Díaz-Guzmán J, Egido JA, Gabriel-Sánchez R, Barberá-Comes G, Fuentes-Gimeno B, Fernández-Pérez C
Cerebrovasc Dis. 2012;34(4):272-281
Background:
In Spain, stroke is a major public health concern, but large population-based studies are scarce and date from the 1990s. We estimated the incidence and in-hospital mortality of stroke through a multicentered population-based stroke register in 5 geographical areas ofSpain, i.e. Lugo, Almería, Segovia, Talavera de la Reina and Mallorca, representing north, south, central (×2) and Mediterranean areas of Spain, respectively, the aim and novelty being that all methodologies were standardized, and diagnoses were verified by a neurologist using neuroimaging techniques.
Methods:
The register identified subjects >17 years of age who suffered a first-ever stroke or transient ischemic attack (TIA) between 1 January and 31 December 2006. Stroke and TIA were defined according to the WHO criteria. The Lausanne Stroke Registry definitions were used to classify ischemic stroke subtypes, as follows: (1) large-artery atherosclerosis (LAA); (2) cardioembolism (CE); (3) lacunar stroke or small-artery occlusion (SAO); (4) stroke of other infrequent cause (SIC), and (5) stroke of undetermined cause (UND). We used several complementary data sources such as hospital discharge registers, emergency room registers and primary care surveillance systems.
Results:
In the 1-year study period, we identified 2,700 first-ever cerebrovascular episodes (53% men; 2,257 strokes + 443 TIA episodes). Brain CT in the acute stage was performed in 99% of cases. Of a total of 2,257 stroke patients, 1,817 (81%) had cerebral infarction, 350 (16%) had intracerebral hemorrhage, 59 (3%) had subarachnoid hemorrhage (SAH) and 31 (1%) had unclassifiable stroke. The overall unadjusted annual incidence for all cerebrovascular events was 187 per 100,000 [95% confidence interval (CI) 180-194; incidence for men: 202, 95% CI 189-210; incidence for women: 187, 95% CI 180-194]. The subtype of ischemic stroke could be determined in 1,779 patients and was classified as LAA in 624 (35%), CE in 352 (20%), SAO in 316 (18%), SIC in 56 (3%) and UND in 431 (24%). The incidence rates per 100,000 (95% CI) standardized to the 2006 European population were as follows: all cerebrovascular events, 176 (169-182); all stroke (non-TIA), 147 (140-153); TIA, 29 (26-32); ischemic stroke, 118 (112-123); intracerebral hemorrhage, 23 (21-26), and SAH, 4.2 (3.1-5.2). Incidence rates clearly increased with age in both genders, with a peak at or above 85 years of age. The in-hospital mortality was 14%.
Conclusions:
Our results show that the incidence of stroke and TIA in Spain is moderate compared to other Western and European countries. However, it is expected that these figures will change due to progressively aging populations.
Comentario del Dr. Jaime Gállego
El estudio IBERICTUS fue un proyecto de investigación impulsado por el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN (Proyecto Ictus) dirigido y coordinado por el Dr. Jaime Díaz Guzmán. Hasta entonces, se habían realizado muy pocos estudios neuroepidemiológicos en España que evaluaran la incidencia de las enfermedades vasculares cerebrales y, los que se habían realizado, eran poco homogéneos, metodológicamente hablando, y de escaso tamaño muestral. Dado que las enfermedades cerebrovasculares suponen en España la primera causa de muerte en las mujeres (y la segunda en hombres) y significan la primera causa de discapacidad adquirida en la vida adulta, se hacía necesario un gran estudio de ámbito nacional, que evaluara la incidencia de estos procesos.
El estudio IBERICTUS recogió, de manera simultánea, los casos de ictus atendidos en los centros sanitarios de cinco puntos geográficos de nuestro país: Lugo, Segovia, Toledo, Almería y Palma de Mallorca. De esta forma, se abarcaba toda la geografía española. Todos los casos detectados fueron revisados por neurólogos y estudiados por neuroimagen (TAC craneal, generalmente) lo que permitió su apropiada clasificación.
Los sujetos de registro identificados >17 años de edad sufrieron un primer ictus o ataque isquémico transitorio (AIT) entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2006. La insuficiencia cardiaca (IC) y AIT se definieron de acuerdo a los criterios de la OMS. Se clasificaron los subtipos de ictus isquémicos, de la siguiente manera: (1) la aterosclerosis a gran arteria (LAA); (2) cardioembolismo (CE); (3) ictus lacunar u oclusión de pequeña arteria (SAO); (4) causa poco frecuente (SIC) y (5) de causa indeterminada (UND).
La incidencia anual ajustada en general para todos los eventos cerebrovasculares fue de 187 por 100 000 (IC 95%, 180-194; incidencia para los hombres: 202, IC 95% 189-210; incidencia para las mujeres: 187, IC 95% 180-194). El subtipo IC/AIT se pudo determinar en 1779 pacientes y se clasificó como LAA en 624 (35%), CE en 352 (20%), SAO en 316 (18%), en SIC 56 (3%) y en 431 UND (24%). Las tasas de incidencia por 100 000 estandarizadas a la población europea de 2006 fueron las siguientes (95% de intervalo de confianza): todos los eventos cerebrovasculares, 176 (169-182); todos los ictus (no AIT), 147 (140-153); AIT, 29 (26-32); ictus isquémico, 118 (112-123); hemorragia intracerebral, 23 (21-26), y la HSA, 4,2 (3,1 a 5,2). Las tasas de incidencia claramente aumentaron con la edad en ambos sexos. Los hallazgos de IBERICTUS presentados durante la última Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología acaban de ser publicados en la prestigiosa revista internacional Cerebrovascular Diseases. El estudio IBERICTUS establece que, cada año, en España, y por cada 100 000 habitantes, se producen 187 nuevos casos de ictus/AIT, con mayor incidencia en hombres que en mujeres. La incidencia de los ataques isquémicos transitorios es de 30 casos por 100 000 habitantes y la de los ictus establecidos, 150 casos por 100 000/habitantes/año. El 80% de los ictus detectados son isquémicos, mientras que el 20%, hemorrágicos. La mayor parte de los ictus isquémicos se producen por cardioembolia o aterotrombosis.
En el estudio, se comprobó que la incidencia se incrementa claramente con la edad, alcanzando un pico sobre los 85 años. Este dato adquiere especial relevancia, en un país como el nuestro, donde podemos constatar una pirámide demográfica que es el reflejo de un progresivo y llamativo envejecimiento poblacional. Por lo que, es esperable que en un futuro cercano, se produzca un agravamiento de este, ya importante, problema de Salud Pública. De nuevo se debe hacer hincapié en la importancia de planificar y disponer de los recursos asistenciales apropiados y de la necesidad de implementar los recursos socio-sanitarios.
Los datos aportados por este estudio pasan así a añadirse a otros estudios de calidad en el ámbito de la neurepidemiología internacional, y sin duda será un referente en los próximos años para otros estudios en el marco de la epidemiología de las enfermedades cerebrovasculares, así como en su prevención y en las estrategias terapéuticas y sociosanitarias.